Sistemas Detección Convencional

La detección convencional es un sistema de protección contra incendios basado en zonas, en el que cada detector, pulsador o dispositivo está conectado a un circuito que cubre un área determinada. Cuando uno de ellos se activa, la central de incendios indica la zona donde se ha detectado la alarma, permitiendo una rápida intervención.

En este sistema, todos los dispositivos de una misma zona comparten el mismo circuito. Si se produce humo, calor o se acciona un pulsador manual, la central muestra la alarma en la zona correspondiente, pero no indica el detector exacto que la generó.

• Tecnología sencilla y fiable.
• Coste más reducido frente a sistemas direccionables.
• Fácil instalación y mantenimiento.
• Ideal para edificios pequeños o medianos.

Viviendas, oficinas, pequeños comercios, colegios, almacenes o cualquier instalación donde no sea imprescindible la identificación exacta del dispositivo activado.
Los sistemas convencionales siguen siendo una opción muy utilizada por su equilibrio entre fiabilidad, coste y facilidad de uso.

Componentes del sistema de detección y alarma de incendios

La central de detección convencional de incendios es el dispositivo principal encargado de supervisar y gestionar las señales recibidas desde los detectores instalados en las distintas zonas protegidas. Este equipo procesa las señales de los detectores convencionales, identifica la zona afectada y activa las alarmas correspondientes.

Los detectores convencionales de incendios son dispositivos diseñados para detectar la presencia de fuego o humo en áreas específicas dentro de una instalación. Funcionan dentro de un sistema de detección segmentado en zonas, donde cada detector está conectado a un panel de control central que supervisa continuamente su estado.

El pulsador de alarma convencional es un dispositivo manual que permite a cualquier persona activar de forma inmediata la alarma de incendio en caso de detectar un foco de fuego o situación de emergencia. Está conectado directamente al sistema de detección convencional, formando parte de una zona específica supervisada por el equipo central.

Son los elementos utilizados para indicar una señal de alarma de incendio de forma visual y/o acústica.

Tipos de detectores

Los detectores térmicos son dispositivos diseñados para activar una alarma cuando detectan un aumento anormal de temperatura en el ambiente. Son especialmente recomendados en zonas donde el humo, el polvo o el vapor podrían generar falsas alarmas en detectores ópticos o de humo.

Existen dos tipos principales:
• Detectores de temperatura fija: se activan al alcanzar un valor de temperatura predefinido.
• Detectores de temperatura diferencial: se activan cuando detectan un incremento rápido de la temperatura, incluso si no se ha alcanzado el umbral máximo.

Estos equipos son ideales para cocinas, garajes, salas de calderas, talleres o entornos industriales, ofreciendo una detección fiable incluso en condiciones difíciles.

Los detectores ópticos, también conocidos como detectores fotoeléctricos, están diseñados para identificar la presencia de humo en el aire mediante un sensor que utiliza un haz de luz. Cuando las partículas de humo interfieren en este haz, el detector activa la alarma, avisando de forma temprana sobre un posible incendio.

Ventajas de los detectores ópticos
• Alta sensibilidad a incendios de combustión lenta.
• Instalación sencilla y bajo mantenimiento.
• Ideal para oficinas, viviendas, hoteles, bibliotecas y entornos limpios.

Los detectores de barrera lineales de humo están diseñados para proteger áreas amplias donde la instalación de detectores puntuales no sería práctica ni eficiente. Funcionan mediante un emisor y un receptor (o un sistema emisor-reflector) que proyectan un haz de luz infrarroja a través del espacio protegido. Cuando el humo interrumpe o debilita este haz, el sistema activa la alarma.

Aplicaciones ideales
Este tipo de detector es perfecto para:
• Naves industriales.
• Almacenes de gran altura.
• Centros comerciales.
• Auditorios y teatros.
• Instalaciones deportivas cubiertas.

Ventajas principales
• Cobertura de grandes distancias (hasta 100 metros).
• Menor coste de instalación en comparación con múltiples detectores puntuales.
• Alta fiabilidad en la detección de humo en espacios abiertos y techos altos.
• Fácil mantenimiento, con acceso desde un solo punto.

La detección por cable sensor es un sistema especializado que utiliza un cable sensible a la temperatura para identificar focos de calor o incendio a lo largo de toda su longitud. Este cable actúa como un detector continuo: cuando la temperatura supera un umbral predefinido o se produce un rápido aumento, el sistema activa la alarma.

Características y funcionamiento
• Cobertura lineal: detecta el calor en cualquier punto del cable, sin necesidad de detectores puntuales.
• Tipos disponibles: temperatura fija o temperatura diferencial.
• Instalación flexible: se puede colocar en techos, bandejas de cables, túneles, maquinaria o zonas de difícil acceso.

Ventajas
• Ideal para entornos con condiciones extremas de polvo, humedad o vibraciones.
• Gran resistencia mecánica y química.
• Bajo mantenimiento.
• Detecta en zonas donde otros sistemas no pueden instalarse.

Aplicaciones comunes
• Túneles y galerías de servicio.
• Bandejas portacables y falsos suelos.
• Maquinaria industrial.
• Almacenes y cámaras frigoríficas.

El cable sensor lineal de temperatura ofrece una solución robusta, fiable y duradera para la detección temprana de incendios en entornos complejos, garantizando una protección continua en toda la zona cubierta.