Sistemas de control de accesos

Los sistemas de control de accesos son una pieza clave dentro de las estrategias de seguridad física en empresas, comunidades, industrias y espacios con restricciones de entrada. Su función principal es gestionar y supervisar quién puede acceder a determinadas áreas, garantizando que solo personas autorizadas ingresen a zonas sensibles o restringidas.

Estos sistemas contribuyen a proteger bienes, información, personal y a cumplir con normativas de seguridad laboral y privacidad. Además, permiten registrar de forma automática y fiable todos los accesos para auditorías y análisis posteriores.

Control de acceso por tarjeta: usa tarjetas RFID o proximidad para identificar a usuarios.
Control biométrico: reconocimiento de huella dactilar, rostro, iris o palma para mayor seguridad y trazabilidad.
Teclados numéricos y códigos PIN: método sencillo y económico para restringir accesos.
Control por smartphone: mediante apps y tecnologías Bluetooth o NFC para acceso sin contacto.
Control combinado: integración de varios métodos para adaptar la seguridad a diferentes niveles de riesgo.

Terminales de acceso: dispositivos instalados en puntos de entrada que leen credenciales o datos biométricos.
Software de gestión: plataforma que administra usuarios, horarios, permisos y genera informes detallados.
Elementos físicos de bloqueo: puertas automáticas, torniquetes, barreras vehiculares, cerraduras electrónicas.
Sistemas de comunicación: para integración con videovigilancia, alarmas y otros sistemas de seguridad.

Seguridad reforzada: evita accesos no autorizados y reduce riesgos de intrusión.
Control horario y presencia: facilita la gestión de turnos y el cumplimiento de la normativa laboral.
Auditoría y trazabilidad: registros detallados para análisis, investigaciones y cumplimiento legal.
Flexibilidad y escalabilidad: adaptables a pequeñas empresas o grandes infraestructuras.
Integración con sistemas de seguridad: mejora la respuesta ante incidentes y la protección global.

• Empresas e industrias con áreas restringidas o confidenciales.
• Comunidades de vecinos y edificios residenciales.
• Centros educativos y hospitales.
• Instalaciones públicas y gubernamentales.
• Espacios deportivos y culturales con control de aforo.