Sistemas de Extinción por GAS

Los sistemas de extinción automática por gas son una solución avanzada para la protección de áreas críticas donde no es posible utilizar agua u otros agentes líquidos debido al riesgo de daños a equipos, documentación o procesos. Su misión es suprimir el incendio de forma rápida y limpia, sin dejar residuos y minimizando el tiempo de inactividad de las instalaciones.

Estos sistemas actúan liberando un agente extintor gaseoso que interrumpe la combustión, ya sea desplazando el oxígeno (extinción física) o interfiriendo en la reacción química del fuego. La descarga es rápida y controlada, permitiendo la protección integral de la zona antes de que el incendio pueda propagarse.

El RIPCI establece revisiones y pruebas periódicas para garantizar el correcto funcionamiento del sistema, incluyendo la verificación de presiones, pesaje de botellas, pruebas de estanqueidad del recinto y comprobación de sistemas de disparo y retardo. Solo empresas instaladoras y mantenedoras autorizadas pueden llevar a cabo estas tareas.
En Con3xia ofrecemos soluciones completas de extinción automática por gas, desde el diseño y cálculo de la concentración hasta la instalación, puesta en marcha y mantenimiento preventivo, garantizando el cumplimiento normativo y la máxima fiabilidad en caso de emergencia.

Inertes (IG-01, IG-55, IG-541, nitrógeno, argón): reducen la concentración de oxígeno en el recinto a un nivel que impide la combustión, sin afectar gravemente a la respiración humana en tiempos breves de evacuación.
Químicos limpios (FM-200®, Novec™ 1230, FK-5-1-12): actúan principalmente interrumpiendo la reacción química del fuego, con gran eficacia y descarga muy rápida.
CO₂ (dióxido de carbono): agente tradicional con alta capacidad de extinción, recomendado solo para áreas sin presencia de personas debido a su desplazamiento total del oxígeno.

Protección limpia: no deja residuos, ideal para electrónica, archivos, centros de datos y salas técnicas.
Rápida actuación: descarga en pocos segundos para minimizar daños y paradas.
Compatibilidad con detección automática: integración con sistemas de detección de incendios para activación inmediata.
Seguridad en entornos sensibles: agentes diseñados para minimizar riesgos a personas y equipos.

• Centros de proceso de datos (CPD) y salas de servidores.
• Salas de control y centros de telecomunicaciones.
• Cuadros eléctricos y salas de distribución.
• Archivos y depósitos documentales.
• Laboratorios e instalaciones industriales específicas.