Sistemas de detección de monóxido de carbono (CO)

El monóxido de carbono (CO) es un gas tóxico, incoloro e inodoro que se genera principalmente por la combustión incompleta de los motores de los vehículos. En aparcamientos subterráneos o cerrados, su acumulación puede suponer un grave riesgo para la salud de las personas.

Los sistemas de detección de CO están diseñados para monitorizar de forma continua la calidad del aire y activar automáticamente la ventilación mecánica cuando los niveles de gas superan los límites establecidos por la normativa. De esta manera, se garantiza un ambiente seguro y se evita la exposición prolongada a concentraciones peligrosas.

El mantenimiento debe incluir la verificación de la calibración de los sensores, revisión del cableado, pruebas de activación de ventilación y comprobación de alarmas. La periodicidad recomendada varía entre 6 y 12 meses según el fabricante y la normativa aplicable.
En Con3xia instalamos y mantenemos sistemas de detección de monóxido de carbono para aparcamientos, garantizando la máxima fiabilidad, cumplimiento normativo y seguridad para las personas.

• Sensores electroquímicos: detectan con alta precisión la concentración de CO en partes por millón (ppm).
• Central de control: recibe la señal de los sensores y compara las mediciones con los umbrales configurados.
• Activación automática: cuando se superan los límites preprogramados, se encienden los ventiladores para renovar el aire.
• Alarmas visuales y acústicas: avisan a los usuarios y al personal de mantenimiento en caso de niveles peligrosos.

En España, el RITE y normativas locales establecen los niveles de concentración que deben activar la ventilación:

1º nivel: prealarma y activación parcial de ventiladores (aprox. 25-50 ppm).
2º nivel: activación total del sistema de extracción y ventilación (aprox. 50-100 ppm).
3º nivel: alarma general y evacuación (concentraciones superiores a 100 ppm).

• Prevención de intoxicaciones y mejora de la seguridad de los usuarios.
• Cumplimiento con el RITE, CTE y ordenanzas municipales.
• Optimización del uso de ventiladores, reduciendo el consumo energético.
• Integración con sistemas de control de edificios (BMS).