Sistemas Detección Analógica

Los sistemas de detección analógicos, también conocidos como algorítmicos direccionables, funcionan mediante una evaluación analógica continua de las condiciones ambientales. Esto implica medir y valorar, en porcentaje, la concentración real de humo o la temperatura del ambiente protegido a lo largo del tiempo.

Estos sistemas permiten identificar individualmente cada detector, especificando su ubicación, tipo, estado y valor analógico, ya sea el porcentaje de concentración de humo en la zona donde está instalado o la temperatura en grados centígrados en caso de detectores de calor. Además, registran la fecha y hora de todas las incidencias y generan avisos automáticos para mantenimiento, por ejemplo, cuando un detector requiere limpieza debido a suciedad.

Gracias a su capacidad bidireccional, es posible supervisar en tiempo real el estado de todas las entradas y salidas del sistema, como electroimanes o compuertas cortafuegos, lo que facilita la identificación precisa de cualquier alarma, fallo, intervención o incidencia.
Este sistema aporta una gran flexibilidad a la instalación de detección de incendios, permitiendo realizar modificaciones y ampliaciones de forma sencilla, lo que se traduce en una instalación más fácil y un mantenimiento más económico y ágil.

Componentes del sistema de detección y alarma de incendios

Es el elemento que recibe las señales enviadas por los detectores, pulsadores u otros dispositivos conectados al sistema. Presentan la alarma de forma visual y/o acústica y localizan la zona en el que se encuentra el dispositivo que ha sido activado. Toda la información de alarma queda registrada en su histórico para su futura consulta si fuese necesario.

Estos equipos se encargan de controlar de forma permanente, prefijada o a intervalos de tiempo, varios fenómenos físicos y/o químicos con objeto de detectar un fuego en el área o sector que le ha sido asignado y envía de forma automática la correspondiente señal de alarma a la central de incendios.

Es el elemento utilizado para activar, de forma manual, la alarma de incendio. Una vez pulsado envía una señal de alarma de incendio a la central de señalización y control.

Son los elementos utilizados para indicar una señal de alarma de incendio de forma visual y/o acústica.

Tipos de detectores

Los detectores térmicos son dispositivos diseñados para activar una alarma cuando detectan un aumento anormal de temperatura en el ambiente. Son especialmente recomendados en zonas donde el humo, el polvo o el vapor podrían generar falsas alarmas en detectores ópticos o de humo.

Existen dos tipos principales:
Detectores de temperatura fija: se activan al alcanzar un valor de temperatura predefinido.
Detectores de temperatura diferencial: se activan cuando detectan un incremento rápido de la temperatura, incluso si no se ha alcanzado el umbral máximo.

Estos equipos son ideales para cocinas, garajes, salas de calderas, talleres o entornos industriales, ofreciendo una detección fiable incluso en condiciones difíciles.

Los detectores ópticos, también conocidos como detectores fotoeléctricos, están diseñados para identificar la presencia de humo en el aire mediante un sensor que utiliza un haz de luz. Cuando las partículas de humo interfieren en este haz, el detector activa la alarma, avisando de forma temprana sobre un posible incendio.

Ventajas de los detectores ópticos
• Alta sensibilidad a incendios de combustión lenta.
• Instalación sencilla y bajo mantenimiento.
• Ideal para oficinas, viviendas, hoteles, bibliotecas y entornos limpios.

Los detectores de barrera lineales de humo están diseñados para proteger áreas amplias donde la instalación de detectores puntuales no sería práctica ni eficiente. Funcionan mediante un emisor y un receptor (o un sistema emisor-reflector) que proyectan un haz de luz infrarroja a través del espacio protegido. Cuando el humo interrumpe o debilita este haz, el sistema activa la alarma.

Aplicaciones ideales
Este tipo de detector es perfecto para:
• Naves industriales.
• Almacenes de gran altura.
• Centros comerciales.
• Auditorios y teatros.
• Instalaciones deportivas cubiertas.

Ventajas principales
• Cobertura de grandes distancias (hasta 100 metros).
• Menor coste de instalación en comparación con múltiples detectores puntuales.
• Alta fiabilidad en la detección de humo en espacios abiertos y techos altos.
• Fácil mantenimiento, con acceso desde un solo punto.

La detección por cable sensor es un sistema especializado que utiliza un cable sensible a la temperatura para identificar focos de calor o incendio a lo largo de toda su longitud. Este cable actúa como un detector continuo: cuando la temperatura supera un umbral predefinido o se produce un rápido aumento, el sistema activa la alarma.

Características y funcionamiento
Cobertura lineal: detecta el calor en cualquier punto del cable, sin necesidad de detectores puntuales.
Tipos disponibles: temperatura fija o temperatura diferencial.
Instalación flexible: se puede colocar en techos, bandejas de cables, túneles, maquinaria o zonas de difícil acceso.

Ventajas
• Ideal para entornos con condiciones extremas de polvo, humedad o vibraciones.
• Gran resistencia mecánica y química.
• Bajo mantenimiento.
• Detecta en zonas donde otros sistemas no pueden instalarse.

Aplicaciones comunes
• Túneles y galerías de servicio.
• Bandejas portacables y falsos suelos.
• Maquinaria industrial.
• Almacenes y cámaras frigoríficas.

El cable sensor lineal de temperatura ofrece una solución robusta, fiable y duradera para la detección temprana de incendios en entornos complejos, garantizando una protección continua en toda la zona cubierta.